Muchos de vosotros ya conocéis (entre otras cosas, porque lo indico en mi página principal) que tuve la suerte de vivir los ochenta y los noventa, bajo la perspectiva de un niño (en los ochenta, porque en los noventa ya no era tan niño) que tuvo la suerte de ver cómo nacía la Era de la Información, protagonizada por ordenadores y, algo más tarde, las videoconsolas. Pues bien, bajo ese punto de vista de alguien que se pasó tardes enteras (y veranos) jugando a juegos donde amalgamas de píxeles peleaban por un poco de color en ordenadores de 8 bits que se recalentaban que daba gusto (ríase usted de las PS4 Pro actuales), un juego como Horizon Chase Turbo siempre me va a llamar la atención. Y es que este juego rememora joyas como Out Run, Top Gear o los míticos Lotus Turbo Challenge de Amiga. Maravillas que funcionaban en unas máquinas de 16 bits que dejaban anticuadas, nada más verlas, a sus antecesoras de «solo» 8 bits. Con esas otras máquinas, las de 16 bits (llámense consolas u ordenadores) también invertimos miles de horas recorriendo kilómetros, con o sin rubia al lado del asiento del conductor, mientras nos dábamos codazos con el jugador de al lado, que solía ser nuestro hermano o nuestro mejor amigo.
Pues bien, Horizon Chase Turbo es uno de esos juegos, solo que ha tenido la «desvergüenza» de aparecer en 2018, para lograr lo que pocas cosas logran hoy: conseguir que viajemos en el tiempo, con o sin rubia, para volver a encontrarnos con un juego rápido, divertido, largo, apasionado, y que podemos compartir con quien queramos, porque encima, y como pasaba con la mayoría de aquellos juegos, se puede (y se debe) disfrutar con amigos. Porque este juego es una maravilla en solitario, sí. Pero que alcanza cotas de diversión auténtica, pura, cuando se juega en modo local con amigos 🙂
Y es que Horizon Chase Turbo es un juego de coches rápido, frenético, fácil de manejar y complicado de dominar, con apenas cuatro controles básicos. En el que además encontraremos un modo principal, llamado World Tour, donde recorreremos más de cien circuitos ubicados en doce países, en los que sudaremos tinta china, mientras procuramos gestionar bien nuestros nitros, no quedarnos sin gasolina (¡hay gasolina que tenemos que recoger mientras corremos!) y procuramos no estamparnos demasiado, a la vez que trazamos las curvas, para alzarnos con el ansiado primer puesto, a la vez que intentamos hacer carreras perfectas en las que conseguiremos todos los tokens azules que aparecen en pista. Y es que lograr esto nos permitirá marcar dicha carrera como «perfecta» y además servirá para que nos den vehículos adicionales. Vamos, que solo con este modo, se pueden jugar horas.
Pero es que, aparte de este modo, también hay otro denominado Campeonato, en el que ganaremos puntos a base de una serie de carreras cortas. Otro, denominado Endurance, en el que las series de carreras son más numerosas (pudiendo superar el centenar). Y por último, Playground, un modo nuevo (que no estaba en las versiones anteriores de PS4 y XBox One, aunque ahora lo han añadido también) en el que tenemos que superar desafíos, y podemos compararnos a jugadores de todo el planeta. Pero lo mejor de todo es que cualquiera de estos modos puede ser jugado o bien en solitario, lo cual es muy divertido, o bien con amigos, momento en que el juego se vuelve una auténtica locura.
Y es que jugar a Horizon Chase Turbo es rememorar esas tardes maravillosas con tus hermanos o amigos, pegados a los joystick de los ordenadores o los pads de las consolas de 16 bits. Porque el juego es rápido, suave y adictivo (¿te acuerdas de cuánto usábamos esta palabra en los ochenta?) como él solo. Los kilómetros de carretera y las horas se te pasarán volando. Y cuando te vengas a dar cuenta, tu madre (bueno, o tu pareja o tus hijos) te estarán regañando porque ya es la hora de cenar, y que basta ya de juegos. Y eso es lo que nos sucedía en aquellos maravillosos años. Y eso es lo que significa ilusión por jugar. Pues bien, eso es Horizon Chase Turbo. Y por eso, merece la pena jugarlo. Porque es impresionante. Enhorabuena, Aquiris. Queremos más.
Puntuación final.
10 sobre 10. Imprescindible si viviste los 16 bits. Y si no, también.
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Copia digital del juego proporcionada por Aquiris. Reseña realizada de forma independiente, sin ningún compromiso con terceros (pincha aquí para conocer los Principios y Normas de esta web), y sin recibir compensación económica alguna.