Archivo de la etiqueta: infección

Brucelosis en niños.

La brucelosis es una enfermedad infecciosa, poco común pero que puede verse durante la infancia cuando se transmite de animales infectados a niños que están en contacto con ellos.

El germen que más frecuentemente puede producirla es la brucella mellitensis, que suele infectar a ganado caprino y ovino. El contagio suele ser a través de animales infectados y en los niños la vía más frecuente de contagio de esta enfermedad es por el consumo de alimentos como leche o queso no pasteurizados y obtenidos de estos animales. El germen puede resistir mucho tiempo en el suelo, el agua o incluso en la leche no pasteurizada procedente de estos animales.

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Infección del conducto lagrimal (dacriocistitis) en niños.

La dacriocistitis, también llamada infección del conducto lagrimal, consiste en una infección del sistema de drenaje lagrimal, que es el que permite el paso de las lágrimas desde la superficie del ojo hacia el interior de las fosas nasales. Este conducto también es el denominado lacrimonasal.

La dacriocistitis puede producirse como complicación de una conjuntivitis o, más frecuentemente, como consecuencia de un episodio de obstrucción del conducto nasolacrimal.

Qué síntomas produce la dacriocistitis en niños.
En los casos de infección aguda suele manifestarse como una inflamación (o celulitis) que se nota en la parte inferior del lado interno del ojo, es decir, pegado a la nariz. Si se palpa puede dar la impresión de que hay un pequeño bulto que incluso puede aparecer de color rojo, y en ocasiones puede verse pus. En los casos de infección crónica puede parecerse a un cuadro de obstrucción del conducto lagrimal, ya que produce lagrimeo continuo, que puede ser en menor cantidad pero sí es más característico el que tenga aspecto purulento.

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Inflamación de la adenoides (o adenoiditis).

La adenoiditis consiste en una inflamación de la amígdala faríngea —o adenoides—, normalmente de origen infeccioso. Afecta sobre todo a niños de entre cinco años y la adolescencia y es más frecuente en invierno. Su origen habitualmente es infeccioso, y una de las bacterias más frecuentes e importantes que suelen producirla es el estreptococo del grupo A (EGA).

Se contagia por las secreciones respiratorias y es bastante contagiosa, sobre todo en época escolar. El problema de las infecciones es que pueden producir aumento de tamaño (o hipertrofia) de la adenoides, y si las infecciones son repetidas esta hipertrofia se puede hacer crónica, lo cual genera un círculo vicioso ya que la hipertrofia hace que circule menos el aire, acumulándose las secreciones y aumentando el riesgo de nuevas infecciones. A veces, puede estar incluso indicada su extirpación, aunque en casos muy concretos.

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Anemia por procesos crónicos en niños.

Una anemia consiste en un descenso de una sustancia que existe en la sangre, llamada hemoglobina. Esta sustancia permite el transporte de oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos, donde lo entrega para que pueda utilizarse.

La causa más frecuente de anemia en la edad infantil se debe a una falta de hierro, y es la que se denomina ferropenia o anemia ferropénica. La segunda causa de anemia en niños son las infecciones, pues la hemoglobina puede descender cuando se producen. Y en tercer lugar, se sitúan los llamados procesos crónicos, que son enfermedades prolongadas en el tiempo que terminan generando un cuadro de anemia en el niño que las padece.

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Aumento de enzimas hepáticos o transaminasas (hipertransaminasemia) en niños.

Una hipertransaminasemia es un aumento de determinadas sustancias, denominadas transaminasas, que se encuentran almacenadas en el interior de las células del hígado.

Este aumento se produce por la destrucción de las células del hígado por diferentes causas y su hallazgo suele producirse porque se realiza una analítica por otro motivo y se encuentra este hallazgo de forma casual, o bien porque se pida a propósito en casos donde se puede sospechar su presencia, como sucede en algunas infecciones virales o incluso en cuadros de obesidad. En caso de confirmarse el aumento de transaminasas, es decir, la hipertransaminasemia, esta se estudia con el fin de determinar su origen y plantear los posibles tratamientos.

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Fiebre reumática en niños

La fiebre reumática es una enfermedad inflamatoria seria en la que lo característico es que puede afectar a corazón, articulaciones, sistema nervioso y la piel, que afortunadamente es poco frecuente en edad infantil. Suele darse más en niños de cinco a dieciocho años y parece que es un poco más frecuente en climas fríos y húmedos.

Suele aparecer tras una infección de la garganta por un germen denominado Streptococo del grupo A, que típicamente se suele ver unas semanas antes de empezar el cuadro de fiebre reumática. El verdadero riesgo ocurre cuando se padecen brotes repetidos por este germen que no reciben tratamiento o el que reciben no es de forma adecuada. Los casos que son correctamente tratados con el antibiótico adecuado y que eliminan el streptococo de la garganta suelen prevenir la aparición de la fiebre reumática.

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Tétanos en niños.

El tétanos es una enfermedad infecciosa grave causada por una toxina que a su vez está producida por una bacteria, el Clostridium tetani, más conocida como tétanos. Esta bacteria reside en el suelo en forma de esporas, donde puede aguantar años, sobre todo en la tierra, por lo que es más frecuente en el campo.

El problema reside cuando entran en contacto con una herida contaminada con tierra, lo que se llama una una «herida sucia». La bacteria se puede activar y comenzar a fabricar su toxina, que puede producir un daño muy severo. La toxina, llamada tetanospasmina, llega al sistema nervioso a través de las heridas, produciendo un cuadro grave y potencialmente letal.

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Picaduras, mordeduras o lesiones por animales marinos (peces, medusas, erizos u otros) en niños

Existe un conjunto de lesiones como picaduras, mordeduras u otras que pueden estar producidas por animales marinos. En general se producen en la playa, donde los que con más frecuencia pueden producir lesiones en la edad infantil son las medusas, los erizos y algunos tipos de peces.

El mecanismo de producción de la lesión es diferente en cada uno de ellos. Por ejemplo, las medusas suelen producir una lesión por irritación, los erizos una herida por efecto de sus púas, y los peces generalmente por mordeduras.

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Neumonía, bronquitis infecciosas o infecciones respiratorias de vías bajas en niños

Las neumonías son infecciones pulmonares o de vías respiratorias bajas. Consisten en una inflamación que se produce en los pulmones, generalmente de origen infeccioso, y que da un cuadro característico con síntomas respiratorios que son los que suelen ayudar a hacer el diagnóstico.

La mayoría de los casos son de origen infeccioso y en concreto se generan por virus, aunque en los niños menores de seis meses y en muchos niños mayores la causa también puede ser una bacteria. Una de las bacterias más frecuentes es el neumococo, aunque en los recién nacidos y lactantes las que suelen producirlas son los estreptococos y los estafilococos, que pueden dar cuadros severos. El contagio se suele producir por vía aérea, por las secreciones que los niños enfermos expulsan con la tos.

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Heridas por mordeduras en niños

Las heridas por mordeduras en la infancia son lesiones producidas por mordiscos o bocados producidos por animales (lo más frecuente) o por otros niños. Es un cuadro relativamente frecuente en edad infantil, siendo las mordeduras más frecuentes las producidas por perro, y las de gato en segundo lugar. Las mordeduras por el hombre no son raras en la edad infantil, ya que es fácil que los niños se muerdan entre ellos jugando o en peleas de guardería o de patio de colegio. Un caso especial son las mordeduras producidas por ratas, que son poco frecuentes en pediatría pero pueden producirse en determinados sitios como por ejemplo en el campo. Las mordeduras producidas por perros suelen ser sobre todo en manos, pies y en extremidades. Las de gato suelen verse sobre todo en las manos, concretamente en los dedos.

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