Las otitis son uno de los cuadros más frecuentes en pediatría y pueden verse a casi cualquier edad, aunque son más frecuentes en niños en edad preescolar y escolar.
Contrariamente a lo que se piensa, no todas duelen ni presentan los mismos síntomas ni riesgos de complicaciones. En este post se tratan las denominadas otitis medias serosas.
La otitis media serosa —también llamada otitis media con exudado crónico, secretora o con derrame— es un cuadro en el que lo característico es la acumulación de líquido en el oído medio de forma persistente. El origen del cuadro reside en la acumulación de líquido en uno o ambos oídos medios de forma persistente.
Por qué se producen
Su origen parece relacionado con procesos de otitis media aguda que producen dicho exudado o secreción. El mayor problema de estos cuadros de otitis es que pueden terminar dañando a las estructuras del oído medio por aumento de la presión, lo que puede degenerar en un cuadro de hipoacusia o incluso sordera.
En general se considera que han de pasar al menos tres meses para considerar una otitis media como susceptible de tratamiento, ya que la mayoría se resuelven dentro de ese periodo de tiempo. En los casos en los que la otitis media serosa afecta a un solo oído se suelen considerar como plazo seis meses. Sin embargo estos plazos no son absolutos, ya que dependen de procesos como la presencia de otitis medias recurrentes o de síntomas, como hipoacusia.
Qué síntomas producen
Uno de los mayores problemas de las otitis medias serosas es que pueden no dar síntomas o, cuando empiezan a darlos, hacerlo directamente en forma de hipoacusia, retraso en el lenguaje o incluso de la conducta. Esto no debería ocurrir ya que el diagnóstico de otitis media serosa se debería haber alcanzado antes.
Qué complicaciones pueden producir
La complicación más importante de los cuadros de otitis media serosa se produce por daño de las estructuras óseas del oído medio, que se pueden producir por el aumento de la presión que genera la acumulación de líquido. Este daño puede producir una menor capacidad auditiva (hipoacusia) que en sus casos más graves puede degenerar en sordera. La hipoacusia puede producir trastornos secundarios como retraso en la adquisición del lenguaje, retraso en el aprendizaje en el colegio e incluso problemas de conducta.
Cómo se diagnostican
El diagnóstico puede hacerse cuando aparece alguna de las complicaciones descritas y se sospecha el cuadro, aunque esta situación no es lo deseable en ningún caso.
Lo ideal es que el diagnóstico se haga en los seguimientos de los cuadros de otitis media aguda, en los que se comprueba la correcta evolución del cuadro por parte del pediatra. En caso de que el derrame en el oído medio persista durante semanas o incluso meses entonces puede ser necesario plantear un tratamiento específico.
Para el diagnóstico suele ser suficiente con la exploración y la visualización del oído mediante otoscopia, a través de la cual el pediatra puede apreciar signos como el cambio de color de la membrana del tímpano, alteraciones de su forma o de su vascularización. En casos concretos el diagnóstico puede apoyarse en el uso de alguna prueba como timpanometría y audiometría.
Cómo se tratan
El tratamiento varía mucho en función del estado del cuadro de otitis y de la afectación que pueda estar produciendo.
En los niños con buen estado y sin ningún tipo de afectación auditiva, alteraciones del lenguaje ni ningún otro dato puede correcta una actitud expectante, ya que muchos cuadros se resuelven espontáneamente, pues coinciden con un cuadro de otitis media, desapareciendo posteriormente.
En los casos en los que es adecuado el tratamiento, este generalmente se hace con antibióticos como la amoxicilina. Este tratamiento siempre debe estar pautado por el pediatra.
En los casos en los que hay cuadros de otitis medias repetidas junto a un cuadro de otitis media serosa persistente, además del tratamiento de los cuadros agudos puede que el pediatra plantee tratamiento profiláctico.
En los casos en los que puede que haya afectación de la audición es posible que se plantee a la familia un tratamiento mediante la colocación de drenajes transtimpánicos, normalmente asociados a la realización de adenoidectomía (intervención para quitar la adenoides).
Los drenajes transtimpánicos son unos pequeños tubos que se colocan en los tímpanos y que facilitan la salida de líquido del oído medio, aliviando la presión y reduciendo por lo tanto el riesgo de daño de las estructuras internas del oído medio. Se suelen dejar puestos entre 6 y 18 meses.
A veces se plantean determinados tratamientos intensivos con antibióticos e incluso corticoides de forma previa a la cirugía. En ocasiones estos tratamientos pueden resolver el cuadro, por lo que no es raro que se planteen.
Qué pronóstico tienen
En general es bueno, en los casos que han sido adecuadamente seguidos y tratados. Para ello es fundamental referir al pediatra la presencia de cuadros de otitis repetidos y sobre todo síntomas como posibles indicios de hipoacusia, retraso en el lenguaje o falta de atención en el colegio.
Cómo prevenirlas
La mejor forma es acudiendo a las revisiones que marque el pediatra tras los cuadros de otitis medias, en los que evaluará la posible presencia de líquido en oído medio y su seguimiento. Es fundamental cumplir los tratamientos de los episodios agudos de forma completa (y no abandonar el antibiótico antes de tiempo).
En los casos en los que es necesario plantear la cirugía mediante la colocación de drenajes transtimpánicos la finalidad es prevenir el riesgo de hipoacusia.
Las otitis medias serosas son cuadros en los que se acumula secreción en el oído medio, que a largo plazo puede producir daño en el oído medio, generando cuadros de hipoacusia. El tratamiento varía desde la observación hasta la cirugía, en la que se colocan drenajes transtimpánicos en el tímpano para permitir la salida del líquido acumulado.
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Me gustaria estar informado, mi hija de 11 años le diagnosticaron otitis media aguda serosa