El periodo de 2 a 6 meses es una etapa fundamental y de importantes cambios en el desarrollo psicomotor del niño.
Poco antes de los dos meses de vida se produce uno de los momentos más agradables para el niño y los padres, el comienzo de la sonrisa social.
Además ya hay una mayor interacción caracterizada sobre todo por un mayor contacto ocular con el niño. Este contacto se continúa con un mayor control del niño sobre su relación con el entorno, que aumenta de forma llamativa con el lógico y consiguiente disfrute de los padres, que participan en todo momento de esa mayor interacción. Pero no son los únicos cambios que se producen. En este post se detallan el resto de hitos o capacidades que el niño va adquiriendo en esta importante etapa.
Desarrollo físico
La velocidad de crecimiento ya no es tan acelerada como en las primeras semanas y la ganancia de peso baja hasta una media de unos 20 gramos/ día (un tercio menos que antes). Normalmente a los 4 meses de vida el niño pesará el doble de lo que pesaba al nacer.
El niño empieza a poder examinar objetos cogiéndolos con las manos y soltándolos cuando a él le apetece. El niño presenta muchos «movimientos inquietos» (como agitar los brazos) que son señal de buena evolución, especialmente cuando algo del entorno le llama la atención.
En pocas semanas el niño podrá rodar y sujetar la cabeza de forma firme sobre los hombros, lo que le permitirá interaccionar aún mejor con su entorno. En esta época también puede empezar a comer con cuchara.
El sueño ya es más regular aunque siguen durmiendo muchas horas al día, aunque la mayor parte corresponden a la noche (unas 10 horas) y el resto lo reparten en un par de siestas diurnas. Es normal que a los 6 meses de edad el niño aguante 8 horas de sueño por la noche. Aún así sus ciclos de sueño son más breves que los del adulto, lo que explica que pueda tener problemas para dormir o de despertares frecuentes más tarde en su desarrollo.
Desarrollo intelectual
A partir de los 4 meses el niño presta mucha atención a todo lo que le rodea ya que está descubriendo un nuevo mundo más allá de la madre. Al mismo tiempo descubren su propio cuerpo y empiezan a tener conocimiento de sí mismos al ser conscientes de que sus movimientos tienen las consecuencias deseadas (por ejemplo, levantar el pie hace que pueda verlo).
Desarrollo emocional y comunicativo
El niño empieza a mostrar sus primeras emociones como respuesta a los estímulos que va percibiendo: sorpresa, interés, enfado… Empiezan entonces los primeros juegos sociales en los que el niño imita o se sorprende al ver las expresiones de los adultos o escuchar canciones alegres o cuentos en los que ven imágenes con colores. En esta etapa es muy importante responder a su demanda de estímulos.
Papel de los padres
Los niños a esta edad son muy entretenidos ya que interaccionan no solo con los padres sino también con el medio que les rodea y muestran expresiones de sorpresa, disgusto ó alegría. Lo normal es que sea un periodo de diversión en el que se puede interactuar con el niño y jugar con él como uno más de la familia. Es muy importante responder a su demanda de atención ya que es lo que le permite seguir relacionándose con el entorno.
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