Las rodillas hacia dentro (o genu valgo) es un cuadro en el que se evidencia que el niño tiene las rodillas desviadas hacia dentro, acercándose a la línea media del cuerpo.
El varo es normal en los niños menores de un año, aunque se va corrigiendo en los primeros años, de forma que a partir del tercer año cambia a valgo, que es la posición opuesta. De nuevo este valgo se irá corrigiendo en sucesivos años hasta adquirir la posición de las rodillas normal, paralelas a la línea media y alineadas con las piernas.
El síntoma más evidente es que los niños, vistos de frente, presentan las rodillas cerca de la línea media, mientras que las caderas y los tobillos están más alejados de la mitad del cuerpo. Parecen dibujar una “X” con las piernas, que están más cercanas a la altura de las rodillas.
Qué complicaciones puede producir
En los casos severos pueden producir ciertas dificultades para la deambulación. Sin embargo el mayor problema es que se asocien a otras deformidades (como por ejemplo talla muy baja), en cuyo caso se deben descartar otras malformaciones ó síndromes.
Cómo se diagnostica
El diagnóstico es sobre todo clínico y se basa fundamentalmente en la exploración y en los antecedentes familiares, ya que estos pueden poner en evidencia cuadros leves de aparición familiar o bien síndromes que pueden haberse transmitido al niño. Solo en los casos en los que el pediatra estime que la deformidad es grave o que puede estar asociada a otras, solicitará pruebas encaminadas a este diagnóstico.
Cómo se trata
En los niños menores de 8 años la actitud suele ser muy conservadora ya que la mayoría se corrige con el tiempo. A partir de esa edad y sobre todo desde los 9-10 años se puede plantear cirugía correctora en los que tienen importantes desviaciones.
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