La ictericia o color amarillo en el recién nacido es un cuadro caracterizado por la presencia de un color amarillento en el recién nacido y que se puede ver en los primeros días de vida y bajo unas condiciones concretas. Ocurre casi en la mitad de los recién nacidos a término, siendo incluso más frecuente verla en los pretérmino, aunque en estos se debe vigilar más estrechamente. Es más frecuente en los varones y en niños en los que hay antecedentes familiares de ictericia.
La ictericia se produce como consecuencia del aumento de las cifras de bilirrubina en sangre. Esto se debe a que al nacer se produce una rotura normal de los hematíes, las células rojas de la sangre que son las que contienen esa bilirrubina. Además el hígado capta con menos eficacia esta bilirrubina para poder transformarla y eliminarla. Por eso aumentan las cifras de bilirrubina, sustancia que produce el conocido color amarillento de los ojos y de la piel. El problema es que esta bilirrubina puede ser dañina para el cerebro del recién nacido bajo determinadas condiciones.