El llamado Síndrome de Sandifer consiste en un cuadro relacionado con la enfermedad por reflujo gastroesofágico, en el que el niño mueve la cabeza de forma espasmódica en relación con los episodios de regurgitación. Se suele ver más en niños pequeños, sobre todo desde las pocas semanas de vida hasta los tres años de edad.
Se produce en relación con el reflujo, de forma que cuando se producen los episodios de reflujo del alimento desde el estómago hacia el esófago, se pueden producir movimientos de la cabeza del niño, de forma espasmódica, hacia un lado. Parece que con estos movimientos el niño mejora los síntomas, entre ellos el posible dolor, que puedan originar los episodios de reflujo.
Qué síntomas produce el síndrome de Sandifer.
En el contexto de un episodio de reflujo el niño presenta cuadros de giro de la cabeza (o tortícolis) de forma intermitente. La importancia de este dato es que puede poner en la sospecha de una presencia de reflujo en los niños que lo presentan.
Cómo se diagnostica.
Se debe englobar el cuadro dentro de una enfermedad por reflujo. De hecho, a veces es uno de los indicios que pone sobre la pista de este proceso. El diagnóstico se basa sobre todo en la historia clínica y la exploración ya que no hay pruebas específicas para el Síndrome de Sandifer salvo las que se utilizan para el diagnóstico del reflujo o bien para descartar otros procesos que pueden producir cuadros similares, como determinadas formas de epilepsia.
Cómo se trata.
El tratamiento es el del proceso de base, la enfermedad por reflujo.
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