El albinismo es un cuadro en el que la piel, los ojos y el pelo del niño no tienen el color habitual normal, siendo mucho más claros, casi blancos en su totalidad. Está generado por un déficit en la producción de melanina, que es la sustancia que permite la coloración natural de la piel, los ojos y el pelo. Es una enfermedad genética, que se suele transmitir de forma hereditaria. Suele ocurrir por la presencia de dos progenitores, que portan cada uno un gen.
Qué síntomas produce el albinismo.
Los más llamativos y frecuentes son la ausencia de color en el pelo y en la piel, que se ven con una marcada palidez en el caso de la piel y de color blanco en el cabello. En los ojos los niños además pueden tener problemas de visión y molestias con la luz derivados de la falta de coloración adecuada del iris. Normalmente tampoco tienen visión espacial (o tridimensional) debido a una afectación de los nervios ópticos. Los niños albinos también pueden tener problemas en el oído interno ya que éste también utiliza la melanina, por lo que deben ser más prudentes con los antibióticos y los fármacos que puedan dañar el oído.
Qué complicaciones puede presentar la presencia de albinismo.
Los mayores problemas de los niños albinos a largo plazo son el riesgo de afectación de la visión y las alteraciones de la piel producidas por los efectos de la radiación solar, que les predispone a padecer incluso tumores a largo plazo, en caso de no protegerse de forma adecuada de la luz solar.
Cómo se trata el albinismo.
El tratamiento es de soporte, mediante la protección ocular y de la piel. Es importante una adecuada evaluación y seguimiento de estos niños a lo largo de su vida para evitar las posibles complicaciones a ambos niveles, visual y cutáneo, así como el seguimiento en general.
Cómo se puede prevenir el albinismo.
La única forma de prevenirlo es mediante el consejo genético a los padres, previo al embarazo en caso de que conozcan que son portadores del gen. Lo normal es que existan antecedentes familiares, lo cual hace que los padres suelan sospechar que pueden ser portadores, en caso de no presentar ellos el cuadro.
Qué pronóstico tienen los niños albinos.
Por lo general, los niños con albinismo pueden hacer una vida completamente normal, eso sí, siguiendo una serie de medidas preventivas y revisiones médicas.
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