El ahogamiento o las lesiones por inmersión se producen cuando un niño no puede respirar al estar sumergido en un líquido. Las lesiones por ahogamiento por desgracia son frecuentes en la infancia y más en la época de verano.
El mayor problema reside en que en pocos minutos se pueden producir lesiones severas en el pulmón o en el cerebro, así que la mejor opción siempre es prevenir el cuadro. Cuando se produce, lo único que puede mejorar el pronóstico es realizar las maniobras de reanimación lo más rápido posible y que los servicios de emergencias actúen. Las lesiones por inmersión son peligrosas y por eso es tan importante prevenirlas. En este post se explican las principales características y sobre todo cómo tratar de evitarlas.