Las quemaduras, en esencia, son lesiones producidas por una fuente de calor. Las quemaduras se pueden producir por diversos motivos que eleven la temperatura de la piel: fuego, rayos solares, agentes químicos ó la electricidad.
En general lo más frecuente es que se produzcan por exposición al sol o accidentalmente al fuego, mientras que en los niños en edad preescolar lo más frecuente es que les caiga agua hirviendo en la cocina, mientras están jugando en ella o están al lado de los padres mientras estos manipulan utensilios con agua hirviendo. En los niños mayores, generalmente suelen producirse por actitudes imprudentes, como jugar con fuego, mecheros o incluso tocar objetos o motores calientes, como el de vehículos.