El cordón umbilical es una estructura que une al feto a la placenta y que sirve para que se alimente. Básicamente es una estructura gelatinosa que contiene dos arterias y una vena, que sirven para enviar nutrientes al niño y para recoger sus productos de desecho de la sangre. Se pinza y se corta en el momento del parto.
Todos los recién nacidos conservan parte del cordón durante los primeros días de vida y debe considerarse como una herida o puerta de entrada para infecciones. De hecho, el mayor riesgo que presenta esta estructura es el de infección, llamada onfalitis.
En este post se explica en qué consiste la onfalitis, cómo puede detectarse, las posibles complicaciones que puede dar y, sobre todo, cuándo acudir al pediatra o a un servicio de urgencias en caso de sospecharla. En otro post se explican los cuidados del ombligo para prevenir su aparición.