La esquizofrenia consiste en un trastorno mental caracterizado por unos síntomas muy característicos y que puede ser muy difícil de diagnosticar y de tratar en edad infantil. Normalmente se ve en adolescentes y los síntomas son muy parecidos a los que puede presentar cualquier adulto.
No se conoce por qué se produce este cuadro, aunque parece que existe un componente hereditario, ya que no es raro que haya antecedentes familiares de esquizofrenia. A veces hay síntomas que simulan una esquizofrenia, como las alucinaciones, que pueden estar relacionados con un proceso de origen orgánico o con una intoxicación, por lo que siempre es importante que ante cualquier comportamiento extraño en un adolescente, se acuda al pediatra.