Las alucinaciones se dan cuando un niño ve imágenes u oye voces o sonidos que realmente no existen. Suelen ser un síntoma preocupante y característico de la esquizofrenia. Sin embargo, hay una forma denominada «alucinaciones fóbicas» que se caracteriza por ser un cuadro benigno y relativamente frecuente en niños menores de cinco años. Se caracteriza porque el niño tiene alucinaciones, generalmente nocturnas, en las que ve o siente animales o insectos en su dormitorio o que le recorren el cuerpo. Las alucinaciones pueden ser táctiles y el niño está seguro de haber notado el contacto. Normalmente duran unos minutos pero pueden prolongarse durante hasta una hora, cada episodio.
Cómo se diagnostican
El diagnóstico se hace con la historia que refieren los padres y tras comprobar que la exploración general del niño (y sobre todo la neurológica) son normales. Es importante que no existan otros síntomas asociados. No es raro que el pediatra pregunte por posibles intoxicaciones ya que determinados fármacos o incluso sustancias tóxicas pueden dar estos síntomas. Tampoco es raro que pida una evaluación por parte de otro profesional, como neurólogos, psicólogos o psiquiatras en determinados casos.
Cómo se tratan
Normalmente el cuadro cede de forma espontánea en unos días o en pocas semanas y se va haciendo más tenue conforme pasa el tiempo hasta desaparecer del todo. Algunos niños pueden beneficiarse del uso de sedantes suaves, como ciertos tipos de benzodiazepinas, aunque estos fármacos tienen efectos adversos considerables, por lo que solo se pueden usar bajo prescripción y control médico.
Qué pronóstico tiene
En general es bueno y desaparece de forma espontánea en unos pocos días o semanas. No tiene por qué predisponer a que el niño padezca ningún tipo de trastorno relacionado.
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