Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son un grupo de enfermedades que no se parecen pero cuyo nexo común es que se contagian por vía sexual, es decir, al mantener relaciones sexuales sin utilizar medios de protección como los preservativos. El problema en los adolescentes reside en que sus conductas son más despreocupadas que las de los adultos y tienen prácticas sexuales sin recordar que existe riesgo no ya solo de embarazos no deseados, sino de contagio de enfermedades que pueden ser fácilmente curables o bien graves e incluso potencialmente peligrosas para la vida del adolescente a largo plazo. Algunas de estas enfermedades graves son el SIDA, la sífilis, la hepatitis B u otras.
En los últimos años está aumentando la incidencia de ETS ya que los adolescentes tienden a tener relaciones sexuales a edades más tempranas. Aún siendo un grupo tan diverso de enfermedades es cierto que algunas de ellas comparten una serie de características comunes que permiten que puedan ser englobadas.