La endometriosis consiste en un cuadro en el que la adolescente siente un fuerte dolor abdominal coincidiendo con las menstruaciones, debido a la presencia de tejido endometrial fuera del útero, que es su sitio natural. El endometrio es la mucosa que recubre el interior del útero, es la capa que responde a los estímulos hormonales que regulan el ciclo menstrual y que se prepara para alojar un posible feto en caso de embarazo. En caso de que no haya embarazo esta capa se desprende al final del ciclo, dando lugar a la menstruación o regla.
La endometriosis se produce porque existe tejido endometrial en una zona donde no debería estar, como por ejemplo en el peritoneo, que es la capa de grasa que recubre los órganos abdominales. También puede verse este tejido en los ovarios, detrás del útero o incluso cerca de la vejiga urinaria. La presencia de tejido uterino en zonas donde no debe estar provocará cuadros de dolor e irritación ya que sufrirá los cambios normales del ciclo menstrual, como su desprendimiento y sangrado, pero en estos caso no puede salir al exterior.
Qué síntomas produce la endometriosis.
Cuando se produce la menstruación ese tejido endometrial puede producir irritación e inflamación de la zona en donde está localizado y genera el cuadro de dolor. Este dolor está producido por la inflamación que este tejido endometrial produce en los tejidos de la zona y puede ser intenso, afectando incluso a la vida normal de las niñas en sus formas más severas. A veces genera cuadros de infertilidad por un mecanismo no claro, por lo que este puede ser el primer síntoma, aunque esto es más propio de mujeres que están deseando quedarse embarazadas y no lo consiguen.
Cómo se trata la endometriosis en niñas adolescentes.
A veces puede ser suficiente con un tratamiento con antiinflamatorios. En los casos más severos se utilizan determinadas sustancias hormonales durante ciclos de menos de seis meses. Como estas sustancias pueden tener efectos sobre los huesos y otros órganos, se suelen asociar tratamientos con hormonas adicionales que ayuden a contrarrestar dichos efectos. En los casos más rebeldes o con complicaciones puede ser necesaria incluso la cirugía para extirpar el tejido endometrial.
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