El denominado exantema súbito consiste en una infección viral que cursa con una erupción más o menos característica en la piel, aunque en realidad lo característico es la cronología de su aparición, más que su aspecto en sí.
Lo normal es ver este cuadro en niños de entre seis meses y tres años de edad, aunque puede presentarse en otros rangos de edad. Lo más característico de esta infección, lo que realmente la define y lo que permite sospecharla y diagnosticarla, es la forma de evolucionar la fiebre y el cuadro de erupción cutánea.
Por qué se produce el exantema súbito en pediatría.
Es una infección viral que está producida por el virus herpes tipo 6. Es relativamente fácil de contagiar y suele verse sobre todo en niños que acuden a guarderías o en los primeros años de escolarización.
Qué síntomas produce el exantema súbito en pediatría.
El periodo de incubación es de unos diez días, tras el cual el niño presenta fiebre elevada y llamativa durante unos cinco días. Lo característico de este cuadro, y lo que ayuda a sospecharlo, es que cuando desaparece la fiebre entonces el niño presenta una erupción cutánea (o exantema) que localiza sobre todo en cuello, tronco, hombros, caderas y muslos, que suele durar unos dos días. Esta erupción en la piel no siempre está presente, pero cuando se ve es muy típico que aparezca tras la desaparición de la fiebre, y eso es lo que pone sobre la pista a los profesionales. Otros síntomas que pueden verse son diarrea y molestias abdominales, junto a la inflamación de ganglios en el cuello.
Qué complicaciones puede producir el exantema súbito en pediatría.
En general pocas o ninguna. Un dato importante a recordar es que un pequeño porcentaje de estos niños podría presentar convulsiones febriles, más relacionadas con el ascenso o descenso brusco de la fiebre, que con la temperatura en sí. Esto puede suceder en niños que ya las hayan padecido o con predisposición genética a padecerlas.
Cómo se diagnostica el exantema súbito en pediatría.
La sospecha y el diagnóstico se basan en la historia y clínica y la exploración. En la mayoría de los casos con estos datos suele ser suficiente para hacer el diagnóstico ya que el niño presenta la evolución característica (fiebre que desaparece coincidiendo con la aparición de un exantema). La evolución posterior hacia la completa resolución confirma el diagnóstico. Para confirmar el diagnóstico, en los casos en los que hay duda o es preciso hacerlo, es necesario hacer un estudio de anticuerpos frente al virus (algo que no siempre es necesario), mediante una extracción de sangre.
Cómo se trata el exantema súbito en pediatría.
En realidad consiste en el tratamiento de los síntomas, como la fiebre o el riesgo de deshidratación, como en cualquier otro cuadro febril en un lactante, sobre todo si es en época de calor. No se suelen necesitar tratamientos adicionales.
Qué pronóstico tiene el exantema súbito en pediatría.
En general es bueno, pero es importante apuntar el virus puede acantonarse (como sucede con otros virus del tipo herpes), lo que debe ser tenido en cuenta para el futuro, ya que el niño puede presentar cuadros de recaídas.
Cómo prevenir el exantema súbito en pediatría.
La única forma de prevenirlo es evitar el contacto con niños que padezcan el cuadro. Sin embargo esto es difícil porque el periodo de incubación es relativamente largo y es bastante fácil que se contagie.
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