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Rubeola en niños.

La rubeola es una infección vírica producida por el virus de la rubeola y caracterizada por la presencia de fiebre, ganglios en la cabeza y cuello y una erupción cutánea muy característica. Hoy en día es una enfermedad poco frecuente gracias al uso de la vacuna. Es muy contagiosa ya que se transmite por vía aérea fundamentalmente. También se llama «sarampión de los tres días» ya que en determinados aspectos recuerda a esa enfermedad pero con una evolución más rápida.

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Monucleosis infecciosa en niños.

La mononucleosis infecciosa es una infección que produce importante inflamación a nivel de la boca, ganglios y amígdalas junto a fiebre muy elevada.

Está producida por el virus de Epstein-Barr (EBV), que se transmite por las secreciones orales como la saliva, por lo que se denomina coloquialmente «enfermedad del beso», ya que esta forma de transmisión es frecuente sobre todo en adolescentes, pero ni mucho menos es la única forma en la que se contagia ya que también se pueden producir contagios por la tos o por compartir utensilios como vasos, platos o cubiertos, por lo que es una enfermedad frecuente tanto en niños pequeños, generalmente en edad escolar y en adolescentes. Es menos frecuente verla en niños menores de 4 años.

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Adenopatías o ganglios inflamados en niños.

Las adenopatías son ganglios que están aumentados de tamaño. Los ganglios son unos órganos del sistema defensivo donde las células defensivas se almacenan o realizan diferentes funciones, y se inflaman cuando existen por ejemplo infecciones o heridas. Las adenopatías por lo tanto son relativamente frecuentes en la edad infantil y suelen suponer un motivo frecuente de consulta ya que a veces la inflamación es llamativa. Se suelen detectar como bultos en el cuello, bajo la mandíbula o bien en la región posterior de la cabeza, como por ejemplo en la parte alta de la nuca.

Las adenopatías se pueden producir por múltiples causas. En la mayoría de los casos estas causas son infecciosas y sencillas de tratar, sin embargo en algunos el proceso de fondo puede ser severo, por lo que ante su presencia o ante hallazgos fuera de lo común se debe consultar siempre. Entre las causas más frecuentes se encuentran las infecciones, a mucha distancia del resto de causas. Casi cualquier infección puede producir adenopatías con características que pueden variar mucho en función del germen y del tipo de infección que se produzca. Mucho menos frecuentes son los procesos reumatológicos o inmunes, y mucho menos los relacionados con tumores o neoplasias.

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