Los niños con trastorno de conducta típico suelen tener comportamientos agresivos y se enfrentan a los comportamientos y normas sociales establecidos como normales. Suelen enfrentarse con facilidad a la autoridad (padres, educadores, responsables, etc.).
En general son conductas que se enfrentan a las normas sociales de lo “bien visto”. Se meten fácilmente en discusiones y peleas o problemas de todo tipo. Tienden a robar o realizar actos vandálicos. Para considerar que el niño tiene un trastorno de conducta típico debe mostrar este comportamiento al menos durante seis meses.