Los niños con trastorno de conducta típico suelen tener comportamientos agresivos y se enfrentan a los comportamientos y normas sociales establecidos como normales. Suelen enfrentarse con facilidad a la autoridad (padres, educadores, responsables, etc.).
En general son conductas que se enfrentan a las normas sociales de lo “bien visto”. Se meten fácilmente en discusiones y peleas o problemas de todo tipo. Tienden a robar o realizar actos vandálicos. Para considerar que el niño tiene un trastorno de conducta típico debe mostrar este comportamiento al menos durante seis meses.
Cómo se trata
Es fundamental referir el problema al pediatra para que este pueda poner en marcha los sistemas de apoyo mediante valoración psicológica y en los casos que sea necesario, por servicios sociales, antes de que el problema evolucione.
En los casos más complicados se puede realizar psicoterapia e incluso tratamiento con fármacos. A veces es útil que la familia reciba apoyo psicológico e incluso que los profesores reciban también apoyo.
Los niños y adolescentes que presentan comportamientos antisociales deben ser detectados lo más precozmente posible para iniciar cuanto antes un tratamiento basado en corrección de su comportamiento.
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