Un síncope o lipotimia (a veces llamado desmayo) es una pérdida de conciencia de forma súbita. Generalmente se acompaña de pérdida de la fuerza, de forma que el niño suele perder la postura y caer al suelo si está incorporado. A veces lo que ocurre es que el niño o adolescente tiene la sensación de que va a perder la conciencia pero no llega a ocurrirle. Este último cuadro se denomina presíncope. Aunque no tienen nada que ver con ellos, pueden ser confundidos con los mareos, pues a veces el niño lo describe de esa forma.
En general está motivado por una falta de riego sanguíneo en la zona cerebral, que suele ser de corta duración. Esta falta de riego puede estar causada por múltiples factores, aunque en la edad infantil (o adolescente) las causas más frecuentes suelen ser las bajadas de tensión o una frecuencia cardíaca algo más lenta de lo habitual. Estas mismas causas son las que motivan los presíncopes.