La succión del pulgar es una actitud completamente normal en los lactantes y niños pequeños pero no tanto en los niños de más edad. El único dato llamativo suele ser la succión del pulgar, que puede empezar a no ser normal a partir de los 3-4 años.
De ser muy continua puede afectar a la alineación de los dientes produciendo alteraciones que puedan requerir intervención en el futuro, por ejemplo con el uso de aparatos de ortodoncia o férulas correctoras. En este post se dan algunos consejos sobre cómo evitar estos efectos secundarios, ya que en la mayoría de los casos es posible evitar su aparición.