La cabeza grande (macrocefalia) es un aumento del tamaño de la cabeza en relación a la edad del niño, que se constata mediante la medición del perímetro craneal.
Para poder decir que una niño tiene macrocefalia el tamaño de su cráneo ha de ser comparado al del resto de los niños de su edad, por lo que para ello se utilizan unas tablas estandarizadas que ajustan por edad y sexo.
Hay múltiples causas que pueden producir un aumento del tamaño de la cabeza del niño, de hecho una macrocefalia no tiene por qué ser sinónimo de patología, ya que los niños grandes, con mayor talla y peso, también tendrán el perímetro craneal aumentado con respecto al resto de los niños de su edad. También puede ser un rasgo familiar normal (existen antecedentes de macrocefalia en la familia sin ninguna repercusión clínica).
Otras causas (mucho más raras) que pueden generar una macrocefalia son las hidrocefalias (exceso de líquido dentro del cerebro del niño), engrosamientos de los huesos del cráneo (como sucede en algunas anemias ó en el raquitismo), intoxicaciones por vitamina A ó enfermedades congénitas.
Cómo se diagnostica
Para investigar la causa de una macrocefalia es tan importante la medición inicial como el seguimiento evolutivo en el tiempo, ya que la velocidad de crecimiento de la cabeza con respecto al resto del cuerpo orienta sobre las posibles causas que la pueden producir.
La historia clínica y la exploración clínica son fundamentales para obtener datos que permitan una primera aproximación y por lo tanto establecer los pasos a seguir. Entre los datos más importantes están los antecedentes familiares de cuadros relacionados. En la exploración física, además de buscar datos en el niño, el pediatra medirá el perímetro craneal a los padres.
Entre las pruebas complementarias están los estudios de imagen cerebrales, radiografías de cráneo o de otros huesos, estudios analíticos de trastornos metabólicos o endocrinos, etc. Estos estudios se solicitan en función de los hallazgos de la historia clínica y la exploración, de ahí la importancia de que se aporte toda la información posible.
Cómo se trata
Realmente el tratamiento depende del cuadro que la esté originando. Así, este puede variar de los casos familiares en los que los padres y otros familiares tienen un perímetro craneal aumentado y además no hay síntomas y la evolución es buena, hasta los casos en los que el niño, además de macrocefalia, por ejemplo presenta aumento de la presión intracraneal, un cuadro grave porque puede dañar el cerebro e incluso comprometer la vida del niño.
Aunque en general son más frecuentes los casos benignos es importante aportar toda la información posible al pediatra para que este pueda llegar al cuadro que la origina. En los casos en los que la evolución no sea buena (aparición de síntomas nuevos, síntomas graves, aumento de la macrocefalia) es posible que el niño sea remitido para un estudio más específico, a veces incluso en régimen de ingreso hospitalario, como sucede en los casos de aumento de la presión intracraneal o síntomas neurológicos.
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