Para que se considere que un niño ha iniciado la pubertad es necesario que exista un aumento del volumen testicular. En las niñas el inicio de la pubertad es el crecimiento de las mamas. El inicio de la pubertad se relaciona con al edad ósea, más que con la edad cronológica del niño, pero esta puede ayudar a detectar cuándo el desarrollo es precoz.
Por lo tanto se considera que un niño tiene una pubertad precoz cuando inicia el desarrollo puberal (aumento del tamaño testicular) antes de los 9 años, mientras que en las niñas se considera si el desarrollo puberal (aparición del botón mamario) aparece antes de los 8 años de edad.
La pubertad adelantada se define cuando esta se presenta entre los 8 y los 9 años en las niñas y los 9 y los 10 años en los niños. Es una variante de la normalidad y su mayor riesgo es que potencialmente dé lugar a una talla final relativamente baja, aunque en esto influyen muchos factores, tanto de ámbito genético (la talla familiar) como ambientales (alimentación, ejercicio, descanso y entorno en general).
Por qué se produce
Hay muchas causas que pueden producir una pubertad precoz, que tienen a agruparse en dos grandes procesos.
—La pubertad precoz de origen central es mucho más frecuente y se produce por una activación del eje hormonal que desencadena la pubertad. En la mayoría de los casos no tiene un origen claro y se cree que se debe a un mecanismo genético, ya que no es raro que el niño con pubertad precoz tenga antecedentes familiares. En otras ocasiones una pubertad precoz de origen central se produce porque hay una lesión en el cerebro que la estimula, como por ejemplo ciertos tumores. En otros casos la pubertad precoz central se debe a un déficit de hormonas tiroideas (que también puede producir retraso de la pubertad).
—La pubertad precoz de origen periférico es aquella en la que el eje hormonal que desencadena la pubertad no se ha activado aún. Puede deberse a una producción inadecuada de hormonas sexuales en los testículos de los niños, los ovarios de las niñas o en las glándulas suprarrenales. Otros tumores en otros sitios, como el hígado, también pueden producir sustancias parecidas a estas hormonas que desencadenen este tipo de cuadros. A veces se puede producir por determinados síndromes, como el de McCune-Albright, que asocia problemas óseos, manchas en piel y pubertad precoz.
Qué síntomas produce
En la pubertad precoz verdadera los síntomas son los propios del desarrollo puberal: en los niños empiezan a crecer los testículos y en las niñas las mamas, junto a un aumento claro de la velocidad de crecimiento (estirón puberal). Todo esto se produce junto a una aceleración de la maduración ósea, por lo que aunque el niño crece rápidamente corre el riesgo de crecer menos. Por otro lado una pubertad muy precoz puede hacer que el niño no comprenda o asimile bien los cambios, lo que puede generar pequeños trastornos psicológicos que pueden empeorar si es consciente de que la talla final puede ser más baja que la de sus compañeros.
En la pubertad precoz periférica pueden ocurrir gran variedad de síntomas en función de las hormonas que se estén sintetizando y los efectos que estas produzcan. En general producen cuadros de desarrollo precoces, incompletos o anómalos, de forma que por ejemplo las niñas pueden tener regla sin desarrollo mamario o desarrollo de unos caracteres sexuales pero no de otros, detención del crecimiento, etc.
Cómo se diagnostica
El motivo de consulta suele ser la presencia de signos del inicio del desarrollo de forma precoz en estos niños, que una vez constatada el pediatra estudiará mediante la realización de una historia clínica detallada y una exploración completa. En la historia clínica se recogerán datos como posibles antecedentes de procesos relacionados, edad de desarrollo de los padres o cualquier otro dato que pueda ser de utilidad, sobre todo síntomas de posibles causas. En la exploración se valorará el desarrollo puberal y si este parece de origen central (completo, armónico) o periférico (disarmónico).
Con los datos obtenidos en la historia y la exploración el pediatra se planteará la realización de las pruebas complementarias que puedan ayudar a orientar el origen del cuadro de retraso puberal. Entre las pruebas complementarias que pueden ser de utilidad se encuentran la edad ósea (mediante radiografía de la mano izquierda), en la que se ve el grado de desarrollo óseo, que marca la maduración puberal. En los casos de retraso constitucional del desarrollo la edad ósea suele ser menor que la edad cronológica. Otras pruebas que pueden ser de ayuda son la determinación del eje hormonal que determina el desarrollo puberal, la realización de pruebas de imagen a nivel cerebral o abdominal, estudios de cariotipo o incluso de genética específicos.
En muchos casos se requiere un seguimiento cercano para comprobar la evolución del niño al mismo tiempo que se van pidiendo y recibiendo las pruebas complementarias que puedan ser oportunas en función de los hallazgos previos.
Normalmente los datos de la exploración, la historia clínica y de estudio del eje hormonal relacionado con el desarrollo de la pubertad orientan sobre si un cuadro es de origen central o periférico. En los de origen central (pubertad precoz) lo más frecuente son los casos idiopáticos, es decir, sin una causa evidente, pero normalmente se descartan otras causas como problemas cerebrales o en las hormonas tiroideas. Una vez descartados el siguiente paso es estudiar la correlación entre la edad ósea, la edad cronológica y la talla del niño, ya que eso permite pronosticar si la pubertad precoz se va a desarrollar de forma rápida (peor pronóstico de talla) ó de forma lenta (mejor pronóstico de talla). En los cuadros de origen periférico los estudios irán encaminados a la posible presencia de síndromes, fallos hormonales o incluso posibles tumores en testículos, ovarios, glándulas suprarrenales u otros órganos, como el hígado.
Cómo se trata
Si el motivo es una pubertad central idiopática (que es lo más frecuente en pediatría) entonces el pediatra valorará si esta es rápidamente progresiva en función de la edad cronológica del niño, la edad ósea y la talla del niño. Las pubertades precoces idiopáticas rápidamente progresivas se benefician de tratamiento precoz con análogos de la LHRH, que bloquean el eje hormonal que desencadena la pubertad. De esta forma se frena el desarrollo puberal hasta que el niño alcanza una edad normal para desarrollarla. Entonces se suspende el tratamiento y se desarrolla la pubertad, generalmente mejorando el pronóstico de talla final del niño. En los casos en los que la progresión es más lenta lo normal es que el niño alcance una buena talla final (excepto en casos como desarrollo muy precoz o talla familiar baja de por sí). Hay casos en los que la pubertad precoz se produce de forma transitoria. Estos no suelen requerir tratamiento ya que al final desarrollan la pubertad a la edad que les corresponde. En los casos en los que la causa se debe a un proceso orgánico como una enfermedad el tratamiento del cuadro siempre es el del proceso, a veces ayudado por tratamiento hormonal. Entre estos procesos están los problemas tiroideos y los tumores cerebrales, de ahí la importancia de un adecuado diagnóstico y estudio.
En los casos de pubertad precoz de origen periférico siempre se trata la causa, por lo que las fases de realización de historia clínica, exploración y estudios iniciales son fundamentales. Se deben aportar todos los datos posibles al pediatra. En general todos estos cuadros suelen tener origen en un proceso grave.
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Buenas noches doctor me gustaria me informe sobre este tema ya que tengo una niña de 5 años con esta condicion 😦 la verdad no se que hacer mañana tiene la consulta llevo examenes y radiografia pero necesito saber si esto es grave quue debo hacer? gracias y disculpe la molestia.
Lo siento, Zebbis, me es imposible responder casos concretos porque siempre deben ser evaluados por tu pediatra. Espero que la información del post te sea de ayuda, pero como aviso en la sección «Acerca de mí», no toda la información es aplicable a todos los casos. Seguro que no es grave y tiene tratamiento pero eso solo te lo puede confirmar tu pediatra. Gracias por consultar.
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