La pubertad retrasada se produce en los niños de 14 años y en las niñas de 13 en los que aún no se ha iniciado la pubertad. Es más frecuente en los niños y la causa más frecuente, con mucha diferencia, es el retraso constitucional del crecimiento y del desarrollo (RCCD).
También se suele considerar que hay pubertad retrasada cuando tampoco se ha presentado el estirón puberal en esas mismas edades. Para que se considere que un niño ha iniciado la pubertad es necesario que exista un aumento del volumen testicular. En las niñas el inicio de la pubertad es el crecimiento de las mamas. El inicio de la pubertad se relaciona con la edad ósea, más que con la cronológica. La edad ósea se corresponde con la presencia de más o menos cartílago de crecimiento en los huesos y se valora mediante radiografías, generalmente de la mano izquierda.
Por qué se produce
La causa más frecuente es el retraso constitucional del crecimiento y del desarrollo (RCCD), donde el único problema es que la edad de maduración ósea está retrasada respecto a la cronológica. Son niños que desarrollan más tardíamente. Otro grupo de causas son los problemas debidos a un fallo en el eje hormonal que desencadena la pubertad. Esto puede deberse a problemas en el sistema nervioso central, a déficits hormonales, fallos en la hipófisis, determinados síndromes que cursan con talla baja o cuadros en los que hay una enfermedad crónica que impide el buen funcionamiento de dicho eje hormonal. Un tercer grupo de procesos se producen porque existe un problema en los órganos responsables de segregar las hormonas sexuales cuando el eje hormonal activa el desarrollo de la pubertad. Estarían afectados los testículos en los niños y los ovarios en las niñas. Los problemas pueden deberse a síndromes congénitos ó bien enfermedades localizadas en los órganos sexuales o que hubieran afectado de forma secundaria a los órganos sexuales.
En otras ocasiones el retraso del desarrollo puberal puede estar relacionado con enfermedades o procesos de fondo que afectan al niño, como algunas cardiopatías, la fibrosis quística o incluso la anorexia nerviosa. En otros casos el retraso en el desarrollo puberal puede deberse a que el niño esté sometido a un intenso estrés, como ocurre en el deporte de competición que conlleva ejercicio físico intenso.
Qué síntomas produce
El síntoma evidente es la ausencia de desarrollo puberal en niños de 14 años y en niñas de 13 años. En los casos en los que hay un proceso de fondo que está produciendo el cuadro entonces podrían verse síntomas asociados a ese proceso, que son de mucha utilidad para el diagnóstico.
Cómo se diagnostica
El motivo de consulta suele ser la ausencia de desarrollo en estos niños, que una vez constatada el pediatra estudiará mediante la realización de una historia clínica detallada y una exploración completa. En la historia clínica se recogerán datos como posibles antecedentes de procesos relacionados, edad de desarrollo de los padres o cualquier otro dato que pueda ser de utilidad, sobre todo síntomas de posibles causas. En la exploración se valorará el que realmente no exista desarrollo puberal y la presencia de signos o síntomas que puedan ser indicativos del motivo de la ausencia de desarrollo.
Con los datos obtenidos en la historia y la exploración el pediatra se planteará la realización de las pruebas complementarias que puedan ayudar a orientar el origen del cuadro de retraso puberal. Entre las pruebas complementarias que pueden ser de utilidad se encuentran la edad ósea (mediante radiografía de la mano izquierda), en la que se ve el grado de desarrollo óseo, que marca la maduración puberal. En los casos de RCCD la edad ósea suele ser menor que la edad cronológica. Otras pruebas que pueden ser de ayuda son la determinación del eje hormonal que determina el desarrollo puberal, la realización de pruebas de imagen a nivel cerebral o abdominal, estudios de cariotipo o incluso de genética específicos.
En muchos casos se requiere un seguimiento cercano para comprobar la evolución del niño al mismo tiempo que se van pidiendo y recibiendo las pruebas complementarias que puedan ser oportunas en función de los hallazgos previos.
Cómo se trata
Lo más importante es diagnosticar el proceso que está produciendo el cuadro de pubertad retrasada ya que el tratamiento irá orientado a este proceso. El objetivo principal de la mayoría de los tratamientos es conseguir un buen pronóstico de talla, acorde con el potencial del niño (tallas estimadas en función de las tallas de los padres ó de los cálculos hechos mediante diferentes métodos). En los RCCD el tratamiento suele ser conservador ya que el niño terminará desarrollando, sólo que suele hacerlo después que el resto de sus compañeros. En casos muy concretos puede ser útil el tratamiento hormonal, pero este puede tener efectos secundarios por lo que si se puede se debe evitar.
En los casos en los que el problema resida en insuficiencias hormonales cuyo origen está en testículos o en ovarios, los tratamientos se pueden basar en el aporte de testosterona en los niños y estrógenos en las niñas. Estos tratamientos son complejos y se deben analizar de forma cuidadosa para que los huesos no maduren demasiado deprisa y pueda empeorar el pronóstico de talla en estos niños.
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No se preocupen gozenla mientras no le ocurren estos cambios vivan su vida a lo ricoi. Ingnoren esto por el momento porque cuando le ocurra bien
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Muy educativo para la familia, es importante conocer estos aspectos debido a que ayudará a encarar y enfocar soluciones a los problemas que por ignorancia uno piensa lo peor