El hipotiroidismo adquirido consiste en un déficit de hormona tiroidea que se desarrolla a lo largo de la infancia. En caso de que se presente al nacimiento se considera un cuadro primario o congénito. Hay varias causas que pueden producir hipotiroidismo adquirido en la infancia. Las más frecuente con diferencia es el déficit de yodo en la dieta, una causa que debería estar erradicada y que sin embargo sigue produciendo hipotiroidismo en muchos países, tanto en vías de desarrollo como desarrollados. Otros procesos que pueden producir hipotiroidismo adquirido son las enfermedades autoinmunes, las infecciones víricas o bacterianas del tiroides, algunos traumatismos o incluso tumores en el tiroides o en determinadas zonas del cerebro, aunque estas últimas causas son muy raras en la infancia. El hipotiroidismo sí es más frecuente en niños que padecen síndrome de Down o de Turner.
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Hipotiroidismo primario, congénito o del recién nacido.
El hipotiroidismo primario, congénito o del recién nacido consiste en un déficit de hormona tiroidea que está presente al nacimiento, y por eso se llama congénito. Puede ser perenne pero algunos de estos cuadros, sin embargo, son transitorios y están relacionados con factores maternos. Y en otras ocasiones el hipotiroidismo se desarrolla en etapas posteriores de la vida, por lo que entonces son denominados adquiridos.
Por qué se produce el hipotiroidismo congénito.
El hipotiroidismo congénito está presente al nacimiento y se puede deber a una malformación de la glándula tiroides, a un problema en la síntesis de la hormona o bien a un problema transitorio debido a un factor materno, como por ejemplo el consumo de ciertos fármacos o el paso de anticuerpos maternos antitiroideos al feto durante el embarazo. Las malformaciones del tiroides o los problemas en la síntesis de hormona son procesos para toda la vida, y suelen tener un origen genético. Por el contrario, los transitorios remiten cuando el niño elimina el factor materno, como el fármaco o los anticuerpos procedentes de la madre que hayan podido pasar a través de la placenta.
Bocio (aumento de la glándula tiroides)
El bocio es el aumento de tamaño del tiroides, que es la glándula que produce la hormona tiroidea y que se encuentra en el cuello. Se puede palpar como una masa en el cuello y es un hallazgo que no es raro en la edad infantil y que no se tiene por qué acompañar de enfermedad ni de cambios en la función del tiroides (ni hipertiroidismo ni hipotiroidismo) aunque por lo general se estudian todas esas posibilidades cuando se aprecia en consulta.
Hay múltiples causas que pueden generar un cuadro de bocio en la edad infantil. Las más frecuentes son el déficit de yodo en la ingesta y el bocio simple (ó idiopático, en el que no se conoce la causa). Otras causas menos frecuentes, son las enfermedades autoinmunes (como la de Graves-Basedow), algunos fármacos (que puede estar tomando el niño o la madre, si esta le da pecho) o la presencia de nódulos. A veces el bocio puede producirse también por procesos infecciosos, malformaciones congénitas o incluso tumores, aunque estas causas son menos frecuentes en la edad infantil. Los casos relacionados con procesos autoinmunes son muy frecuentes y además tienen un importante componente hereditario.