Los espasmos del sollozo, conocidos de forma coloquial como «que el niño se queda privado», son episodios en los que un niño de corta edad se queda sin respiración durante unos instantes. Suelen verse entre los seis meses y los dos años de edad, aunque pueden suceder hasta los cuatro o los cinco años, eso sí, de forma cada vez más rara, pues a partir de esa edad deberían ser excepcionales. Parece que su origen reside en una falta de maduración del sistema nervioso, de forma que durante el llanto el niño hace una espiración forzada y deja de respirar durante unos instantes. Suele haber antecedentes familiares de estos cuadros de espasmos del sollozo.
Niños que se quedan «privados» (o espasmos del sollozo).
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