El exceso de timidez (o niños demasiado tímidos) realmente consiste en un trastorno por ansiedad con conducta de evitación. Es decir, cuando el niño se enfrenta a una situación poco conocida por él (generalmente, estar con personas que no son de su círculo inmediato), tiene ansiedad. Y esto lleva a que quiera no estar en esas situaciones.
Por lo tanto el niño presenta una timidez excesiva en casi cualquier situación que implique permanecer con personas no conocidas o poco conocidas, lo que hace muy complicado sobrellevar situaciones aparentemente normales, como dejarlo con amigos o familiares e incluso quedar con personas ajenas a su círculo más cercano. Suele ocurrir sobre todo cuando el niño se enfrenta a situaciones que no conoce o no maneja bien, y sobre todo con personas a las que no conoce. Si bien este es un rasgo normal en determinadas etapas del desarrollo, nunca debe producirse de forma tan exagerada que la conducta del niño impida llevar una vida normal a los padres.