La enfermedad de Perthes, también conocida como necrosis avascular de la cabeza del fémur, es una enfermedad en la que se produce una destrucción de la cabeza del fémur del niño. Es poco frecuente en edad infantil, pero cuando sucede suele darse entre los tres y los ocho años de edad. La mayor parte de los casos se produce en una sola de las piernas, aunque a ocasiones puede verse en ambas piernas.
Se desconocen sus causas, aunque se cree que es una mezcla de causas de origen traumático junto con la afectación de la arteria que aporta sangre a la cabeza del fémur. Suele pasar por varias fases: muerte del hueso, rotura de este, reunión de los fragmentos de nuevo y, a veces, posteriormente el hueso incluso se remodela, formándose de nuevo y pudiendo tener hasta un nuevo aporte de sangre.
Qué síntomas produce la enfermedad de Perthes en niños.
El síntoma principal es el cuadro de dolor y de cojera. El dolor aumenta con la actividad, mientras que la cojera aumenta no sólo con el dolor sino con el cansancio, al haber forzado el uso de la articulación afectada. Lo normal es que el niño, cuando se le pregunta por el dolor, se señale la región inguinal, la cadera, el muslo y la rodilla. El dolor suele ir progresando a lo largo de varias semanas, motivo por el cual puede que pase desapercibido al inicio.
Qué complicaciones puede producir la enfermedad de Perthes en niños.
Las principales complicaciones de la afectación por esta patología son cuadros de artrosis con el paso del tiempo, limitación de los movimientos de la cadera con o sin dolor, y posibles diferencias de longitud de ambas piernas.
Cómo se diagnostica la enfermedad de Perthes en niños.
El diagnóstico se basa fundamentalmente en la historia clínica y la exploración. La misión más importante del pediatra es diferenciar la enfermedad de Perthes de procesos que son más benignos en su evolución, como la sinovitis transitoria de cadera. Por eso es fundamental aportar todos los datos posibles y favorecer la colaboración del niño en la exploración.
En la exploración de la cadera se suele evidenciar limitación de los movimientos, sobre todo los relacionados con girar la pierna hacia dentro; dolor a la palpación; acortamiento de la pierna con respecto a la otra y otros hallazgos. En las pruebas complementarias están las radiografías, aunque no siempre es evidente la lesión, sobre todo en los cuadros que están empezando. En los cuadros avanzados las imágenes sí son más evidentes, y ayudan a ver el grado del cuadro.
Cómo se trata la enfermedad de Perthes en niños.
El tratamiento se basa en reducir el peso que afecta a la cadera dañada. Se suele hacer con reposo en cama, fisioterapia y a veces tracción de la pierna para aliviar la cadera. Este tratamiento sólo sirve para los casos en los que la afectación es leve o moderada. Los casos más extensos o que no responden bien suelen terminar necesitando cirugía.
Qué pronóstico tiene la enfermedad de Perthes en niños.
Aunque en conjunto el pronóstico es bueno siempre que se instaure tratamiento, también depende de varios factores. Es peor en los niños con edades por debajo de cuatro años o por encima de ocho, o en los cuadros más graves, que son los que asocian grandes necrosis o luxaciones de cadera.
Cómo prevenirla la enfermedad de Perthes en niños.
La única actitud que se puede hacer para mejorar el pronóstico es acudir a consulta de forma precoz ante un cuadro de cojera y dolor, sobre todo si este no mejora tras varias semanas.
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