Un accidente de tráfico es un proceso grave a cualquier edad, pero los niños están más expuestos ya que los sistemas de seguridad de los vehículos están pensados para los adultos. Por ese motivo es fundamental que se utilicen sistemas adecuados a su edad siempre que un niño viaje en un vehículo a motor. En los recién nacidos, lactantes y adolescentes lo habitual es que los niños sufran accidentes de tráfico yendo de ocupantes del vehículo. En la adolescencia no es raro que el vehículo sea un ciclomotor o una motocicleta de otra persona.
Sin embargo en los niños de edades entre los cuatro y los ocho años son especialmente frecuentes los atropellos, es decir, el niño no viaja en el interior de un vehículo, sino que es arrollado al ir deambulando por la calle. Esto también puede ocurrir a cualquier edad por el uso de juguetes como patines, patinetes o bicicletas, con los que los niños deben extremar la precaución y permanecer siempre vigilados.