Un accidente de tráfico es un proceso grave a cualquier edad, pero los niños están más expuestos ya que los sistemas de seguridad de los vehículos están pensados para los adultos. Por ese motivo es fundamental que se utilicen sistemas adecuados a su edad siempre que un niño viaje en un vehículo a motor. En los recién nacidos, lactantes y adolescentes lo habitual es que los niños sufran accidentes de tráfico yendo de ocupantes del vehículo. En la adolescencia no es raro que el vehículo sea un ciclomotor o una motocicleta de otra persona.
Sin embargo en los niños de edades entre los cuatro y los ocho años son especialmente frecuentes los atropellos, es decir, el niño no viaja en el interior de un vehículo, sino que es arrollado al ir deambulando por la calle. Esto también puede ocurrir a cualquier edad por el uso de juguetes como patines, patinetes o bicicletas, con los que los niños deben extremar la precaución y permanecer siempre vigilados.
Qué lesiones producen
En los accidentes de tráfico las lesiones más frecuentes son las heridas en la cabeza en general y sobre todo en el cráneo. Un porcentaje de ellas se pueden acompañar de lesiones internas (como contusiones o hemorragias, que pueden ser graves) y lesiones a nivel de las vértebras. También son frecuentes las lesiones en el tórax. Dentro de estas las más frecuentes son las contusiones pulmonares, las fracturas costales o incluso la entrada de aire en la pleura, que es la capa que rodea al pulmón. Es lo que se denomina un neumotórax, que puede ser grave en los casos en los que la entrada de aire es masiva y comprime al pulmón.
Un grupo muy importante de lesiones son las que se producen en el abdomen, donde además el mayor riesgo de la edad infantil reside en que es fácil que se produzcan lesiones de órganos internos sin necesidad de que existan heridas externas. Algunas de las más frecuentes son las roturas de hígado o bazo, que pueden producir grandes hemorragias muy difíciles de detectar hasta que se examina al niño en un centro hospitalario. En el caso de que el niño tenga una herida por algún objeto que penetre en abdomen normalmente el tratamiento es quirúrgico y además urgente.+
En pelvis y extremidades es posible que el niño tenga una o múltiples fracturas que pueden no evidenciarse, sobre todo si el niño no se mueve o está inconsciente ó aturdido. En caso de tener que desplazar al niño, se le debe mover por personas expertas si es posible, que lo suelen hacer en bloque, para no empeorar las fracturas o aumentar el riesgo de daño de órganos internos.
Qué complicaciones pueden producirse
Los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte e incapacidad durante casi todas las edades de la infancia y la adolescencia. Generalmente los accidentes de tráfico son graves y la mayoría genera secuelas, aunque esto depende mucho de las circunstancias del accidente (mejor pronóstico en ciudad, bajas velocidades y uso adecuado de las medidas de seguridad).
Cómo se valoran
El estudio de un niño que ha sufrido un accidente de tráfico, sea por ser atropellado o por ir en el interior de un vehículo, siempre debe realizarse en un servicio de urgencias de un centro hospitalario. Aunque aparentemente se encuentre bien y no tenga síntomas, es imposible descartar riesgo de rotura de órganos internos, hemorragias intracraneales o fracturas hasta que el niño no es examinado detenidamente y observado durante unas horas. Ante un accidente siempre se deben activar los servicios de emergencias.
Cómo se tratan
El tratamiento depende de las lesiones que presente el niño. Puede ser desde cura de las heridas superficiales hasta necesidad de intervención quirúrgica urgente en función de las heridas que pueda presentar y las secuelas que estas hayan podido generar.
Qué pronóstico tienen
Depende de las lesiones. En general en los niños el pronóstico es mejor ya que la capacidad de recuperación de huesos y tejidos es mejor que en los adultos. Sin embargo tienen un riesgo muy elevado de rotura de vísceras abdominales y en los casos en los que hay hemorragia intracraneal el pronóstico depende de la rapidez de actuación.
Cómo prevenir los accidentes de tráfico
—Prevención del riesgo de atropello
La única y mejor forma de prevenir los accidentes consiste en la educación vial, tanto de los niños como de los amigos, hermanos e incluso los padres, que pueden aprender numerosas indicaciones de utilidad para sus hijos. Los niños pequeños deben aprender aspectos tan sencillos como importantes como el hecho de caminar por la parte interior de las aceras (evitando el exterior, donde es más fácil que puedan caer al asfalto si tropiezan).
También deben vigilar siempre la posible salida de un vehículo en las salidas de los garajes. Por supuesto deben utilizar los pasos de cebra para cruzar y sólo cuando el semáforo está en verde. Si no hay semáforo deben mirar a ambos lados del paso de cebra antes de cruzar. Al subir o bajar de vehículos siempre deben hacerlo por el lado de la acera y jamás con el vehículo en marcha. A la hora de jugar en la calle nunca deben hacerlo sobre la calzada (aunque apenas circulen vehículos) ni en zonas donde el niño o los objetos de juego (pelotas, balones) puedan salir despedidos hacia la calzada.
—Prevención de lesiones en el interior del vehículo
Los recién nacidos jamás deben viajar en brazos de los padres (algo muy común incluso nada más ser dados de alta tras nacer). Desde el primer minuto de su vida deben viajar utilizando medidas adecuadas a su edad. Uno de estos sistemas son los cucos de seguridad, preparados para niños de menos de 10Kg y que se caracterizan porque se colocan mirando en sentido opuesto al de la marcha del vehículo. Son rígidos, se colocan en al asiento posterior y llevan un cinturón de seguridad con tres puntos de anclaje, que sujeta firmemente al niño (pero sin apretarle demasiado). Se unen al asiento mediante el cinturón de seguridad de los adultos o con nuevos sistemas de anclaje.
Los lactantes deben usar sillas adaptadas para niños de entre 8 y 18Kg de peso. Las sillas siempre deben ser homologadas y adquiridas en un centro de confianza. También se colocan en el asiento trasero, y en caso de hacerlo en el delantero es fundamental recordar desactivar el airbag de dicho asiento y poner la silla mirando en sentido opuesto al de la marcha. Los niños en edad preescolar y escolar deben usar sillas adaptadas a su edad y peso. Estas suelen tener un cojín elevador con respaldo para los niños entre los 15 y los 25Kg de peso, y sólo un cojín elevador para los niños entre los 22 y los 36Kg de peso. Estas sillas permiten ya el uso correcto del cinturón de seguridad, que debe utilizarse siempre y de manera inexcusable. También deben ser homologadas. Se deben utilizar los cierres de seguridad, tanto en las puertas como en las ventanillas. Para conocer cuál es la más adecuada, se puede consultar esta guía, Cómo elegir una silla de coche para bebés y niños.
—Prevención de accidentes al usar juguetes móviles ó vehículos sin motor
Un factor importante de riesgo es el uso de juguetes como patines, patinetes, bicicletas u otros similares. En primer lugar estos juguetes deben ser siempre homologados y adecuados para la edad del niño. Además el niño debe utilizar las protecciones que sean adecuadas en función del tipo de juguete o vehículo (casco, coderas, etc). Es importante recordar que a veces estos juguetes pueden tener algún desperfecto ocasionado por el uso. En ese caso puede que su seguridad baje mucho, por lo que no se debería dejar que el niño lo utilice en ese caso.
Las bicicletas deben usarse sólo en sitios poco o nada transitados, respetando siempre la señalización y circulando siempre en fila y por la derecha. Es fundamental que el niño sea bien visible (chaleco reflectante, luces) y por supuesto que ningún adolescente la utilice si ha consumido alcohol. Los niños siempre deben ser supervisados por un adulto. Sólo los adolescentes que han demostrado que se puede confiar en ellos plenamente podrían coger la bicicleta sin excesiva supervisión, aunque esto también puede ser discutible.
Si quieres conocer las modificaciones de las normas de circulación de octubre de 2015, en lo que respecta a seguridad infantil, puedes hacerlo en esta entrada.
Y para quienes preguntan por una buena silla, segura y apta para usar con niños desde el nacimiento hasta los cuatro años (y que por lo tanto amortice su precio), es el modelo Opal de Bebé Confort. Más cara que otras, sí, pero segura, fiable y duradera, es al final una de las que sin duda posee mejor relación calidad/ precio.
Este contenido se ha elaborado utilizando información basada en evidencia científica. Pincha aquí para conocer las fuentes que se han utilizado para su elaboración.
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