La hernia umbilical es un pequeño bulto o tumoración que se evidencia a nivel del ombligo del niño. Es más frecuente en los prematuros y en los niños de raza negra. Se produce porque no hay un correcto cierre del anillo umbilical, que es una estructura que se cierra tras la caída del cordón umbilical.
Si ese orificio permanece abierto, aunque sea de forma parcial, puede que una pequeña parte del contenido del abdomen asome por él, generando esa pequeña masa o tumor. Su aparición se suele favorecer con factores como debilidad de los músculos de la pared abdominal y con el aumento de presión dentro del abdomen.
Qué síntomas genera
Normalmente consiste en la presencia de un pequeño bulto o tumor en la región del ombligo que se empieza a ver poco después de la caída del cordón umbilical. A veces no es visible con el niño en reposo, pero se puede evidenciar cuando el niño llora o hace esfuerzo para defecar, ya que con esas maniobras aumenta la presión dentro del abdomen. El tamaño de la tumoración es muy variable, puede desde no ser visible en reposo hasta sobrepasar los 5cm.
Qué complicaciones puede producir
Es muy raro que presenten complicaciones, en general la evolución es buena. Las complicaciones que pueden presentar son la incarceración y la estrangulación. La incarceración es un cuadro grave en el que la hernia queda atrapada fuera del abdomen y no puede volver, por lo que puede quedarse sin aporte de sangre y oxígeno. El tejido herniado puede necrosarse (morirse) y generar un cuadro muy peligroso. La estrangulación ocurre cuando la hernia rota sobre sí misma, de forma que se puede quedar sin aporte de oxígeno y sangre, con el mismo ó mayor riesgo de necrosis que en la incarceración. Ambos son cuadros peligrosos y que deben ser vistos en urgencias. Por suerte, son poco frecuentes en las hernias umbilicales.
Cómo se diagnostica
El diagnóstico se basa en la historia clínica y sobre todo en la exploración, en la que es fácil objetivar la hernia, su tamaño y su contenido, ya que se suelen notar los gases intestinales con facilidad.
Cómo se trata
La mayoría se cierra de forma espontánea antes de los dos años de vida del niño, por lo que no requieren ningún tipo de tratamiento. De hecho los tratamientos que a veces se hacen colocando esparadrapos o monedas pueden ser perjudiciales porque pueden dañar la piel de la zona y no aportan ningún beneficio ni mejoría de la evolución de la hernia. En los casos en los que la hernia persiste más allá de los tres años de vida o bien protruye de forma muy clara (incluso presentando una forma que recuerda a un saco, que suele apuntar hacia abajo), entonces sí se puede plantear el tratamiento quirúrgico.
Qué pronóstico tiene
En general es muy bueno ya que la mayoría evoluciona de forma espontánea a la desaparición antes de los dos años de vida del niño.
Cómo prevenirlo
No se pueden prevenir y la evolución no depende de la colocación de esparadrapos u otros objetos sobre la hernia, por lo que no se deben realizar estas prácticas.
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