Los arácnidos que con mayor frecuencia producen lesiones en pediatría son las arañas, los escorpiones y las garrapatas. Son frecuentes en las zonas calurosas y en los niños que viven o pasan parte de las vacaciones en el campo o en zonas rurales. Las arañas suelen ser menos agresivas en Europa que en América y en África, lugares donde pueden producir reacciones bastante más severas.
En el caso de padecer una picadura por araña, escorpión o garrapata, es conveniente no solo saber cómo actuar. Sino también cuándo acudir a un servicio de urgencias, y qué complicaciones pueden producirse.
Síntomas según el arácnido (araña, escorpión o garrapata).
En los casos de mordedura o veneno de araña, se suele producir un cuadro de dolor e inflamación intenso, incluso con presencia de calambres musculares que suelen ser leves.
Los escorpiones también son mucho menos severos en Europa, especialmente en España, que es uno de los países donde es más fácil verlos, gracias al calor. Sin embargo, aún así producen heridas en las que se produce una intensa reacción inflamatoria y gran dolor.
Las garrapatas suelen producir una lesión conocida como pápula y un intenso picor en la zona de alrededor de la pápula. Este picor produce con frecuencia lesiones por rascado, cuyo mayor riesgo es el de infección, por la inoculación de gérmenes que se hace el propio niño, al rascarse.
Qué complicaciones pueden producir estas picaduras.
El mayor riesgo de las picaduras de araña y escorpiones, es que su veneno pueda ser potencialmente letal, algo que puede verse con relativa facilidad en ciertas zonas de América y África, donde se debe ser muy prudente ante la posibilidad de estas picaduras.
El riesgo más frecuente, sobre todo en países europeos, es que la herida se infecte y, sobre todo, que el niño pueda ser alérgico al veneno, en cuyo caso se puede desencadenar un cuadro de reacción anafiláctica o shock, que puede ser letal y que debe ser atendido, siempre, en un centro hospitalario de forma urgente.
El riesgo de las picaduras por garrapatas es que estas transmitan enfermedades como la fiebre botonosa, que pueden producir cuadros de fiebre prolongada, difíciles de diagnosticar si no se conoce el antecedente de la picadura.
Cómo actuar, cuando se produzca una picadura por araña, escorpión o garrapata.
Dada la importancia de las consecuencias que pueden tener las lesiones producidas por arácnidos, se debe consultar siempre y, si es posible, en un servicio de urgencias. El diagnóstico se basa en la historia clínica, en la que se refiere el antecedente de la picadura, mordedura o contacto con el arácnido y, sobre todo, la exploración, en la que el pediatra valora la lesión, el estado de esta y la posible repercusión sobre el niño. No se suelen necesitar pruebas complementarias en la mayoría de los casos, salvo cuando exista una sospecha de infección o de riesgo de lesiones profundas.
Cómo se tratan las picaduras por arácnidos.
Las picaduras de araña y de escorpiones se suelen tratan con antihistamínicos y corticoides por vía tópica, es decir, en forma de cremas en el sitio de la picadura. A veces puede que sea necesario que estos fármacos se tomen por vía oral. En los casos en los que exista riesgo de infección puede que el pediatra añada cobertura antibiótica, bien de forma tópica, bien por vía oral. En los casos de picaduras graves o que desencadenen reacciones alérgicas es posible que el niño presente afectación del estado general, por lo que debe ser estabilizado en un centro hospitalario, de forma urgente.
En los casos de picadura por garrapata es importante extraer el insecto completo, sin dejar nada bajo la piel del niño. Para ello es conveniente matarlo con sustancias con aceite o alcohol (no se recomienda hacerlo con calor, por el riesgo de quemar la piel de alrededor). El resto del tratamiento es similar al de las picaduras de araña y escorpiones, aunque valorando que, en el caso de las garrapatas, las lesiones suelen ser menores.
El pronóstico depende del arácnido, de la región de la picadura, del tóxico que inocule y de la reacción que este produzca en el niño. En Europa los casos suelen ser moderados y se suelen resolver con tratamiento local o por vía oral. Aún así, algunos pueden presentar reacciones de alergia que pueden ser severas. En América ó África los cuadros suelen ser más severos.
Cómo prevenir las picaduras por arañas, garrapatas y escorpiones en niños.
Lo ideal es tener siempre vigilado al niño y evitar que juegue en zonas donde haya maleza o restos, que puedan dificultar la visión del arácnido. En el caso de las garrapatas, se debe tener desparasitados a los animales, y bien limpios e higienizados. A veces, puede ser de utilidad el uso de ciertos repelentes de insectos o protectores frente a las picaduras.
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