Archivo de la categoría: Endocrinología

Colesterol elevado en niños. Hipercolesterolemia. Hiperlipidemia en la infancia.

Las hiperlipidemias en general (aumento de los niveles de los denominados lípidos —o grasas— en sangre) son un grupo de procesos en los que aumenta la presencia en sangre de colesterol, lipoproteínas y triglicéridos, sustancias todas ellas relacionadas con la ingesta y el metabolismo de las grasas. La hipercolesterolemia en sí es el aumento de las cifras de colesterol en sangre, que se miden y valoran siempre en función de la edad del niño.

Las hiperlipidemias en general y la hipercolesterolemia en particular pueden producirse a consecuencia de enfermedades hereditarias como la hipercolesterolemia familiar. Otra de las causas más frecuentes son la obesidad y exceso de ingesta en general, ya que produce una acumulación de grasas en el organismo. El exceso de grasas y de colesterol en sangre también puede producirse por enfermedades en las que se afecta su metabolismo como ciertos procesos renales, enfermedades hormonales ó la anorexia. También pueden verse por el consumo de fármacos que alteran el metabolismo de las grasas como por ejemplo los anticonceptivos o los corticoides.

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Bocio (aumento de la glándula tiroides)

El bocio es el aumento de tamaño del tiroides, que es la glándula que produce la hormona tiroidea y que se encuentra en el cuello. Se puede palpar como una masa en el cuello y es un hallazgo que no es raro en la edad infantil y que no se tiene por qué acompañar de enfermedad ni de cambios en la función del tiroides (ni hipertiroidismo ni hipotiroidismo) aunque por lo general se estudian todas esas posibilidades cuando se aprecia en consulta.

Hay múltiples causas que pueden generar un cuadro de bocio en la edad infantil. Las más frecuentes son el déficit de yodo en la ingesta y el bocio simple (ó idiopático, en el que no se conoce la causa). Otras causas menos frecuentes, son las enfermedades autoinmunes (como la de Graves-Basedow), algunos fármacos (que puede estar tomando el niño o la madre, si esta le da pecho) o la presencia de nódulos. A veces el bocio puede producirse también por procesos infecciosos, malformaciones congénitas o incluso tumores, aunque estas causas son menos frecuentes en la edad infantil. Los casos relacionados con procesos autoinmunes son muy frecuentes y además tienen un importante componente hereditario.

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