Aumento de enzimas hepáticos o transaminasas (hipertransaminasemia) en niños.

Una hipertransaminasemia es un aumento de determinadas sustancias, denominadas transaminasas, que se encuentran almacenadas en el interior de las células del hígado.

Este aumento se produce por la destrucción de las células del hígado por diferentes causas y su hallazgo suele producirse porque se realiza una analítica por otro motivo y se encuentra este hallazgo de forma casual, o bien porque se pida a propósito en casos donde se puede sospechar su presencia, como sucede en algunas infecciones virales o incluso en cuadros de obesidad. En caso de confirmarse el aumento de transaminasas, es decir, la hipertransaminasemia, esta se estudia con el fin de determinar su origen y plantear los posibles tratamientos.

Por qué se produce
Hay múltiples procesos que pueden producir un aumento de transaminasas. A veces son un dato erróneo de la medición, motivo por el cual se suelen repetir para confirmar que esa elevación es real. Pero entre los motivos que pueden producir un aumento de transaminasas de forma real se encuentran la obesidad y las infecciones (son los procesos más frecuentes en niños), el consumo de ciertos fármacos como el paracetamol, algunas enfermedades musculares, genéticas, metabólicas e incluso tumorales (estos son mucho menos frecuentes, sobre todo en edad pediátrica). Otros motivos que pueden producir aumento de transaminasas son las extracciones de muestras de sangre dificultosas o procesos que puedan afectar a los músculos. La elevación de transaminasas no siempre refleja un daño hepático pero cuando se confirma su presencia se debe buscar la causa para así poder tratarla.

Cómo se diagnostica
Los datos de la historia clínica son fundamentales ya que pueden orientar de forma clara el origen del aumento de las enzimas hepáticas. Entre las causas más frecuentes están las infecciones, la obesidad y el consumo de determinados fármacos, por lo que el pediatra preguntará por aspectos relacionados con estos procesos, como síntomas de infección (fiebre, erupciones) o bien la posibilidad de viajes recientes, contacto con animales u otros datos predisponentes. Es importante recordar si el niño ha tomado o está tomando medicación, por banal que parezca la que toma, ya que el paracetamol, por ejemplo, es una de las medicaciones que puede producir este cuadro.

En los casos en los que el niño tiene buen estado general se debe confirmar el aumento de transaminasas y luego empezar una serie de pruebas orientadas a los hallazgos de la historia y la exploración física. Lo normal es que las primeras pruebas consistan en analíticas y una ecografía abdominal. En función de los hallazgos y de la evolución de las cifras y los datos exploratorios se pedirán otras pruebas que permitan ir orientando el origen.

Cómo se trata
El tratamiento es el del proceso que esté causando el aumento de transaminasas. Si el niño tiene sobrepeso el primer paso es intentar que regrese a su peso normal, ya que esto suele normalizar las cifras de transaminasas en muchos de estos casos. Si existe infección se debe tratar o controlar esta. En cualquier caso lo importante es confirmar siempre la elevación de transaminasas y en caso de ser cierta encontrar el origen del cuadro para así poder plantear un tratamiento específico.

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