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Atragantamiento o asfixia por objetos o cuerpos extraños en la laringe de los niños.

Un cuerpo extraño es cualquier objeto que pueda ser introducido en el cuerpo. Cualquier objeto que un niño se meta en la boca puede terminar impactado en la laringe, algo que puede generar un cuadro grave en el caso de que el objeto la obstruya, ya que esta es el único orificio de entrada de aire a los pulmones.

Su causa reside en que es frecuente que los niños pequeños se lleven continuamente objetos a la boca, pero cuando estos no son adecuados para su edad, pueden ser ingeridos con la mala suerte de que no pasen a esófago, donde también pueden generar problemas, sino a la vía aérea. Y esto último es bastante más peligroso.

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Objetos o cuerpos extraños en la garganta de los niños.

Un cuerpo extraño es cualquier objeto que pueda ser introducido en el cuerpo. En este caso lo que suele ocurrir es que se queda impactado en la faringe —o parte posterior de la garganta—. Lo normal es que se produzca por espinas de pescado, aunque hay muchos otros objetos que pueden clavarse, sobre todo si son afilados o puntiagudos. Es un cuadro frecuente que se ve a cualquier edad, muchas veces en relación con la ingesta de pescado, y por eso se debe sospechar si el niño lo ha comido.

Qué síntomas produce un cuerpo extraño en la garganta.
Normalmente, si son espinas, suelen producir dolor intenso en el momento del pinchazo que luego se transforma en molestia y en una sensación extraña al deglutir saliva. Lo normal es que el niño sea llevado a urgencias en el momento en que se produce el cuadro.

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Faringitis, amigdalitis y faringoamigdalitis en niños.

La faringitis, la amigdalitis y la faringoamigdalitis son inflamaciones, generalmente por procesos infecciosos leves, de la faringe (la garganta) y las amígdalas (órganos defensivos en forma de pelotas situadas a ambos lados de la garganta y que son fáciles de ver en niños más pequeños). Es uno de los cuadros más frecuentes en pediatría y afecta sobre todo a niños de entre los cuatro años y la adolescencia. Son especialmente frecuentes en los meses de invierno y no es raro que se repitan en el mismo invierno, sobre todo en los niños más pequeños. Su origen habitualmente es infeccioso, y puede estar producida por virus, lo más frecuente sobre todo en preescolares; o bacterias, que son algo menos frecuentes que las virales y suelen dar cuadros con más síntomas, sobre todo en niños en edad escolar.

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